ES BARRENDERO MUNICIPAL


Utilero de la ADB mantiene el orden también fuera del club

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Martín Cristian Moreno tiene 36 años y un doble compromiso que ejecuta silencioso, casi de manera imperceptible. Es el responsable, como barrendero, de mantener limpia la bajada de la autopista Buenos Aires – La Plata, en la Avenida 14, a la altura de Berazategui, y además, todos los días apenas termina su jornada se suma al Club local que pelea el ascenso, el Naranja, para desempeñarse en otra labor que disfruta: su rol de utilero del equipo de Primera división.

“Sigo conectado a la vocación que tenía de chico, que era jugar al fútbol y, a la vez, siento que aporto mi pequeño grano de arena a la Ciudad, para que se vea cada vez mejor”, cuenta Martín. “Estar en los detalles es mi tarea. Aprendí que tanto al levantar un papelito, como cuando preparo la indumentaria de los jugadores, estoy haciendo algo por los demás. Desde hace diez años pertenezco al servicio de obras públicas de la Municipalidad”, agrega.

Martín defiende así los colores de su Ciudad desde el Club y desde la Comuna, ya que Berazategui es uno de los pocos distritos que tiene todos los servicios municipalizados, lo que lo convirtió en modelo de gestión, tanto por la calidad de las prestaciones como por el ahorro de recursos económicos, al no tercerizar con empresas privadas.

Oriundo de Berazategui y segundo hijo de seis hermanos, el barrendero municipal cuenta que las visitas a otros distritos con el Naranja le permitieron valorar más su Ciudad. «Llevo la camiseta del club y del Municipio. Poder comparar tu ciudad con otras, te sirve para entender cuánto creció”, explica. Acaso el gran mérito de Moreno pase por encontrar el lado positivo a cada dificultad. “Soy delantero. Me formé en las inferiores de Independiente con Francisco ‘Pancho’ Sá y casi juego en Bera, pero las necesidades en casa me obligaron a dejar el fútbol para trabajar”, recuerda quien desde muy chico empezó haciendo changas o vendiendo especias y repasadores en la calle.

Martín está agradecido con el reconocimiento de la gente. “Me pasa con el plantel, cuando me hace sentir parte de una idea; como cuando el vecino que se levanta a las 6 para ir a trabajar me saluda sabiendo que ya soy parte del barrio”.

Respecto del rol de utilero, quien sigue cuanto partido esté a su alcance -“Consumo fútbol a morir”-, admite que para este trabajo no existen demasiados secretos. “El fútbol se juega igual en un potrero o en el Barcelona. El tema es no perder de vista aquello que es importante”, expresa. “Hoy ves a Adrián Arregui en la Primera de Temperley o a Matías Maidana, hermano de Jonathan, zaguero de River, entrenándose. Para un amante del deporte, estos tipos son importantes. En mi rol de utilero, el deportista destaca mi esfuerzo, aunque yo lo haga en silencio”, reconoce.

Las anécdotas como barrendero tampoco escapan a su memoria. “Una vez en la estación de servicio me tocó cambiarle la cubierta al auto de una mujer. Estaba súper agradecida y hasta me quería dar una propina. Lo hice de corazón”, describe con algo de pudor.

Martín no se rinde y difunde la importancia de mantener la Ciudad limpia: “La gente se va concientizando con el tema de la basura. Lo que cada uno haga depende de lo que le enseñaron en casa”, resume y aclara: “De todos modos, en este Municipio, con el Intendente a la cabeza, se pelea mucho para que los vecinos entiendan el compromiso. Por eso en otras ciudades nos elogian tanto”, concluye.