CUERPO DE BOMBEROS VOLUNTARIOS LOCAL


Son héroes silenciosos

1453427916D

Dispuestos a arriesgarlo todo por el bienestar de la comunidad, el Cuerpo de Bomberos de Berazategui celebró recientemente sus 67 años. A sus numerosas responsabilidades, hoy se suma un mejor equipamiento y las energías necesarias para enfrentarlas. Entre temores y los riesgos, historias de héroes anónimos que hacen de su vocación una forma de vida ejemplar.

La clásica sirena que suena sobre un camión rojo conecta inmediatamente con la acción directa y veloz de los Bomberos Voluntarios. En Berazategui, celebraron sus 67 años de incesante labor y confianza frente a situaciones límite, lo que no exime a sus protagonistas de un riesgo permanente. Ni siquiera el presidente del cuerpo, Enrique Rocchetti, se relaja hasta conocer el desenlace de un siniestro, después de 19 años al frente de la institución. «Uno siente a los muchachos como hijos, por eso cuando el camión sale del cuartel no nos tranquilizamos hasta que vuelven. Ahí sí, entonces, regresa la calma», asume.

Historias

Detrás de cada voluntario hay una historia de esfuerzo y valentía, pero también de dolor. Rubén Parrillo, secretario de Bomberos, exhibe el camión emblema de la flota, que luce una placa imborrable para su memoria. «Acá fallecieron cuatro integrantes en 1952. Fue en un depósito muy grande en Florencio Varela, que en ese entonces no tenía cuerpo de bomberos», relata. «Cuando llegaron al lugar ya era un incendio generalizado y trataron de sacar los tambores de depósito. Al ver peligro inminente, el jefe tocó el silbato de retirada. Desde abajo no pudieron escucharlo. El depósito explotó. Por suerte fue en un descampado», explica Rubén sobre La tragedia del galpón de San Juan. Parrillo, el apellido de su padre, junto con Senzabello, Rosende y Antognolli, figuran en el vehículo testigo. «Mi padre tenía 28 años y también hubo cuatro heridos de gravedad, entre ellos un tío, hermano de mi papá. Fue uno de los desastres más grandes», asume quien además se jacta de contar con cuatro generaciones de bomberos en la familia. Rubén tenía sólo tres años cuando perdió a su papá. «Tenía que seguir por él», explica.

Después de una jornada de entrenamiento, Rubén abraza a su nieto de 17 años, aspirante a bombero. Antes de despedirse, extiende de su mano un papelito que expresa el sentimiento que pudo más que la advertencia de su madre, tras el desenlace de su papá. «Nada nos obliga, sólo el dolor de los demás», una anónima pero comprensiva definición acorde a los héroes de este lugar.

Financiamiento

Hace unos meses, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires aprobó una Ley de Financiamiento para Bomberos bonaerenses. La iniciativa, promovida  entre otros, por el exintendente de Berazategui, actualmente legislador Juan José Mussi, representa un gran beneficio para los héroes locales. El fondo económico está compuesto por el 3 por ciento de lo recaudado en concepto de impuesto inmobiliario por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) en cada ejercicio fiscal, hasta un máximo de 200 millones de pesos.

«El objetivo es dotar a los voluntarios de una fuente de financiamiento genuina que garantice su sostenimiento, asegure su excelencia de capacidad operativa, permita la incorporación de recursos materiales y capacite el recurso humano», explica el Diputado. Gracias a esta nueva reglamentación, el 90 por ciento de los fondos se distribuye entre las Asociaciones de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Buenos Aires para ser destinado a la adquisición, reparación y mantenimiento de equipos y/o vehículos afectados a la prestación del servicio; adquisición, refacción, construcción y mantenimiento de los edificios, financiamiento de cursos de capacitación y/o entrenamiento y/o cualquier otra cuestión que tenga como finalidad perfeccionar y mejorar el servicio.

El 10 por ciento restante será destinado a «capacitar, organizar y coordinar las actividades de las Asociaciones de Bomberos».