TRAS IR PERDIENDO 2-0 EL NARANJA IGUALÓ MERECIDAMENTE 2-2 Y SE TRAJO UN PUNTO DE ORO EN SU VISITA A SAN MARTÍN DE BURZACO. EL CONJUNTO DE MARCELO BARRERA NECESITA SUMAR UNA CADENA DE TRIUNFOS PARA SALIR DE LA ZONA DE DESCENSO DIRECTO


Sobre el final se hizo justicia

Lo igualó en el final gracias al gol de Matías Villavicencio. Berazategui empató 2-2 con San Martín de Burzaco.

Agónico pero merecido. Con estas simples palabras basta y alcanza para sintetizar un partido en el que era una final anticipada entre dos equipos urgidos por el descenso, Sobre todo Bera ya que sabía que una derrota lo dejaba siete puntos abajo en la tabla de los promedios.

Sabiendo que el empate no les servía a ninguno, los dos salieron a la cancha a tratar de no equivocarse en el fondo y aprovechar alguna chance clara como para convertir.

Y el que la tuvo por partida doble fue el local ya que a los 6 ya estaba arriba en el marcador, mereced a un error en el fondo defensivo del Naranja que le permitió a Benítez batir a Hernández con un remate combado al segundo palo. Fue el 1-0. Después el local amplió la diferencia con un cabezazo de Fernández. Fue el 2-0.

El partido parecía liquidado a favor de San Martín que si bien no era más futbolísticamente hablan do que Bera, fue muy efectivo: dos ataques, dos goles.

Mientras que por el lado de los de Marcelo Barrera, seguían sin poder hacerse de la pelota en la mitad de la cancha y no lograban llegar con peligro sobre el arco de Scurnik. Un tremendo zapatazo desde 35 metros de Motta que el 1 local desvió magistralmente al córner fue la primera y única situación clara de gol que generó el Naranja al cabo de unos aceptables y parejos primeros 45 minutos. Sin embargo, injustamente, el resultado decía otra cosa.

Decidido a vender muy cara la derrota, en el complemento Berazategui salió con todo en busca del descuento. Y de la mano de un triángulo conformado por Macarof, Díaz y Sosa, y ya con Maciel en lugar de un extenuado Segundo, la visita empezó a inclinar la cancha sobre el arco rival.

Y a los 9, iba a tener su primera recompensa con el descuento de Sosa, tras la mejor jugada colectiva del partido. La ADB se agrandó y San Martín sintió el impacto y se retrasó en la cancha para defender con uñas y dientes la victoria. Hasta que a los 16 sucedió lo impensado: Angelani, que estaba amonestado, bajó intencionalmente una pelota dentro de su propia área y el árbitro Cristian Benítez no dudó en sancionar penal.

Pero ante el reclamo de los jugadores locales, fue a consultar, en tres ocasiones, a uno de sus asistentes y, tras cinco minutos de deliberación y protestas de ambos lados, vergonzosa e increíblemente termino sancionando un bote a tierra, ante la risa de los propios hinchas locales que no entendían lo que había cobrado,

Ese penal tal vez le hubiera permitido a Berazategui no tener que sufrir hasta el minuto cinco de los seis adicionados para alcanzar una victoria que, por lo que hizo en el segundo tiempo, fue más que merecida.

Cuando ya no quedaba tiempo para nada, llegó un centro desde la derecha de Macarof que Iglesias conectó de cabeza y del rebote que dio Scurnik apareció la pierna derecha de Villavicencio, sobre la raya, para reventarle el arco y poner el agónico pero justísimo 2-2 que dejó mudos a los hinchas locales y que fue festejado como una victoria por los jugadores de Bera.

El Naranja no perdió un partido clave pero tiene mucho por mejorar.

El descenso está cerca y la ADB debe salir de esa zona.