UNA IMPUTADA DE NACIONALIDAD URUGUAYA ES SOMETIDA AL PROCESO ORAL Y PÚBLICO A CARGO DEL TRIBUNAL 3, EN LA INVESTIGACIÓNPOR EL HOMICIDIO DE UNA PEDIATRA EN FLORENCIO VARELA, QUE FUE ESTRANGULADA POR DELINCUENTES QUE ROBARON EN SU VIVIENDA
Juzgan a mujer por un crimen
El Tribunal Oral 3 está llevando adelante el juicio oral y público por el asesinato de la médica pediatra Rosalía Keszler, ocurrido en Florencio Varela hace 3 años y medio. Por el crimen está siendo juzgada una mujer.
Ayer finalizaron los relatos de algunos policías que participaron de la investigación y luego la fiscal como la defensa desistieron de los testigos; se especula que en las próximas horas declarará la imputada y luego se realizarán los alegatos. La médica Keszler que cuando falleció tenía 60 años fue estrangulada en su vivienda de la calle 513, entre 536 y 538, de Florencio Varela, frente a la estación de trenes de Ardigó.
El hecho ocurrió el 11 de julio de 2012 y provocó una relevante conmoción social en ese distrito debido a lo reconocida que era la profesional.
La pediatra realizaba un importante trabajo social en el barrio Villa Argentina y en una salita de primeros auxilios llamada Padre Mugica. Por el crimen fueron detenidos María de los Ángeles Panizza Ferreyra, de nacionalidad uruguaya y Carlos Alberto Videmato (quien cuenta con el beneficio del arresto domiciliario). La pareja llega a juicio acusada del delito de homicidio agravado por alevosía y robo simple; sin embargo solo está siendo juzgada la mujer debido a que la defensa particular del sujeto renunció horas antes del debate; por lo que será juzgado en una nueva fecha. Se prevé que los integrantes del Tribunal Nº 3, Alicia Anache, Armando Topalián y Alejandro Portunato, escuchen a la fiscal de juicio María Oricchio y al defensor oficial, Víctor Mastronardi en los pedidos de pena en la instancia de los alegatos que se realizarán en las próximas horas, aunque el defensor anunció que su patrocinada prestará testimonio en el proceso.
En la jornada de ayer declaró un policía que intervino en la investigación e hizo referencia ante preguntas de la fiscal sobre escuchas telefónicas que comprometerían a la encausada como también a una computadora que hallaron cuyos números de serie eran los mismos que los denunciados tras el atraco al domicilio y posterior homicidio de Keszler. Asimismo, tal consta en la causa hay elementos que complicarían la situación procesal de la acusada como tareas de inteligencia y, principalmente, el rastreo del celular, que de acuerdo al informe de apertura de antenas, ubican geográfica y temporalmente a la uruguaya en la zona donde ocurrió el hecho.
Sin embargo el indicio que llevó a la detenida fue el secuestro de una notebook a una encausada. La computadora personal pertenecía a la víctima; a quien se le secuestró la unidad señaló a la enjuiciada como la persona que se la había vendido.
La doctora Keszler tenía el torso desnudo, estaba muy golpeada y la autopsia determinó que fue asesinada por un fuerte traumatismo de cráneo y que también fue estrangulada.
Los homicidas robaron de la casa una notebook, un pendrive, una suma de dinero que no se pudo determinar y huyeron con el auto de la médica, un Renault Clío que apareció abandonado a pocas cuadras de la vivienda con un principio de incendio, modalidad frecuente que llevan adelante los delincuentes con la finalidad de borrar pruebas o huellas que puedan comprometerlos ante la Justicia.