EN EL MARCO DE LA MUESTRA “BUBY, UN SUEÑO SOBRE RUEDAS”


El creador de los autitos “Buby” visitó Berazategui

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La exposición “Buby, un sueño sobre ruedas”, organizada por la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Berazategui en homenaje a aquella popular fábrica de autitos de colección, tuvo un cierre soñado con la presencia de su creador: Haroldo Buby Mahler, quien se reencontró con los antiguos empleados de este emprendimiento surgido en los años 60′, que durante décadas logró cautivar al mercado del juguete. Conformada por más de 400 piezas de colección del vecino de Quilmes Diego Casal, la muestra permaneció abierta al público en el Complejo Municipal Museo del Golf “Roberto De Vicenzo”.

“Tengo que agradecer a Diego Casal, que puso esta cantidad impresionante de autitos que se pudieron apreciar. Quiero preguntarles a las chicas y muchachos que han trabajado conmigo y que hoy están presentes: ¿alguna vez han visto tantos autitos Buby juntos, como acá? Yo tampoco”, señaló con humor Buby Mahler, que hoy tiene 84 años. El creador estuvo acompañado por su familia y, frente a un auditorio lleno, compartió los recuerdos sobre aquellos primeros años de su emprendimiento. “Fue una idea que, con muchos pasos intermedios, finalmente se hizo producción. Y había que venderla. Lo primero que hicimos fue un par de cientos de autitos que salimos a vender con una valijita. Al principio no nos fue bien. Tal es así que yo dije: ‘A esta idea la voy a tener que tirar a la basura’. Hasta que un día entré a una peluquería -fijensé la falta de experiencia que tenía-, saqué los autitos y un señor se interesó”, señaló.

Ese primer interesado se llamaba Serafín Otero y era gerente de la juguetería “Santa Claus”. No sólo compró 144 autitos, sino que además le pasó a Buby un listado de todos los lugares a los que podría ir a ubicar sus productos. “En ese momento casi me caigo. Salí con una euforia tal que me fui y debo haber caminado unas veinte cuadras, pensando ‘¿Será cierto?’. Y sí, era cierto. Finalmente fui a visitar las otras direcciones y ya no me alcanzaban los autitos”, explicó Mahler, quien por aquel entonces vivía en Ranelagh, donde montó su famosa fábrica de autitos Buby.

“Recorrer esta exposición es muy emotivo y me trae muchos recuerdos. Por aquellos años todo era fácil, éramos todos jóvenes e impertinentemente optimistas, no había dificultades, lo que no se sabía se aprendía. Queríamos hacer las cosas lo mejor posible dentro de lo que se podía. Nuestro ambiente de trabajo era muy coloquial. Éramos todos veinteañeros al principio, pero todo era fácil, lindo y armónico. Nunca imaginamos que iba a trascender y sin embargo hoy está vigente lo que empezamos hace 40 o 50 años, medio siglo atrás”, indicó. A sus ex empleados les dedicó las últimas palabras de su discurso: “Al verlos después de tantos años recuerdo que una vez leí algo que me quedó grabado: ‘Nada empaña el otoño de la vida mientras joven se mantenga el corazón’. Arriba los corazones”. Luego se sortearon cuatro autitos Buby y se realizó un brindis.

Por su parte, el director de Museos de Berazategui, Leonardo Casado, explicó: “Esta historia nos resulta cercana porque la fábrica surge en Ranelagh, con el sueño de un pibe que desde muy chico jugaba con autos que él mismo armaba con latas de aceite y ruedas de madera. Ese sueño finalmente derivó en una gran fábrica llamada ‘Buby’, que llegó a producir mil unidades por día. Era la de mayor producción diaria del país en las décadas del 60 y 70. Hoy la fábrica ha desaparecido pero perduran, como ustedes verán, las colecciones magníficas”. En la muestra podían apreciarse más de 400 piezas, entre autitos y documentación vinculada con la producción.

El propietario de la colección, Diego Casal, de 35 años, agradeció a la Secretaría de Cultura y Educación y al museo por brindarle la posibilidad de exponer parte de su numerosa colección, estimada en más de 2.000 unidades. “Para un coleccionista como yo, el poder compartir esto con la gente es sublime, es lo mejor que me puede pasar. Es bueno que se empiece a difundir no solamente la colección de autitos, sino también lo que se hacía en nuestro país con mano de obra argentina”, señaló Casal, que desde el año 2000 comenzó a dedicarse seriamente a la colección de estas piezas. En el marco de la exposición, el Museo del Golf también fue sede del taller gratuito de restauración de autos de juguete “Introducción a la restauración de autitos de juguete, trabajo sobre carrocería, pintura y ensamble final”, que tuvo una parte teórica y otra práctica.​