ENRIQUE ROCCHETTI, PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD DE BOMBEROS VOLUNTARIOS LOCAL
«Compromiso con la comunidad»
«Ser bombero es asumir un compromiso permanente con la comunidad». Así lo señaló Enrique Rocchetti, presidente de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Berazategui, entidad que acaba de cumplir 67 años.
El presente de los bomberos es muy diferente de aquellos surgidos en Dock Sud, allá por 1884. En ese momento, un grupo de inmigrantes italianos llevaba un carrito para salvar las casillas de la zona, en su mayoría viviendas de los recién llegados. Hoy en Berazategui son tales las funciones de los bomberos voluntarios que en el imaginario de sus directivos el sueño de alcanzar los 100 efectivos en el cuartel general, que serviría para poder cumplir con todas las labores. «Incendios, temporales, salvatajes de personas, accidentes de tránsito, muertes en las vías de los trenes. Todo esto nos obliga a que nuestras exigencias sean mayores», reconoce Enrique Rocchetti.
Esto también obligó a doblar la apuesta en la capacitación. «Hay un equipo de suboficiales dedicado a realizar cursos permanentes de protección. A su vez, la vocación los lleva a instruirse. De hecho, muchos siguen licenciatura en seguridad, doctorados en la materia. Son tareas que desempeñan tanto afuera del cuartel, como aquí. Siempre, eso sí, lo desarrollan de manera voluntaria», informó su presidente, revalorizando la dedicación desinteresada.
La memoria no se agota a malas experiencias. José Luis Rivero, Comandante Mayor, lleva 36 años en Bomberos y aún rememora a quienes lo convencieron para sumarse al cuerpo de Berazategui. «Trabajaba en la decoradora Vázquez, en 23 y 149. Me invitaron, vine y aquí quedé. Mis primeros tiempos fueron difíciles, salíamos con las Pampero de lluvia y siempre volvíamos con algún clavo en las plantas de los pies. Sabíamos de nuestra responsabilidad, pero la vivíamos felices y contentos», describe sin dudar. La idea de familia la suelta por reflejo, incluso durante las salidas compartidas. «Los sábados íbamos a bailar al Libertad. Con la sirena, paraban la música y entonces entre 10 ó 15 bomberos salíamos corriendo rumbo al cuartel», explica nostálgico.
José Luis perdió a su hermano de 22 años. «Fuimos a rescatar a dos personas en una cloaca, hubo un desmoronamiento, él junto a un amigo mío quedaron atrapados. Costó un poco seguir pero mi vocación estaba a pesar de las adversidades del camino», asume quien sueña con llegar a los 40 años de servicio. «Después pasaré a cuarteles de invierno, como se dice. Está bien que se renueve la gente, pero mientras el cuerpo me dé, seguiré firme», sostiene satisfecho.
En esta renovación pesa tanto la vocación como las condiciones de trabajo del voluntariado. Ya no hay botas Pampero en el hall central del edificio. De hecho, Berazategui renovó su flota cediendo algunos vehículos a otras localidades más necesitadas. Además de su cuartel central, el Municipio cuenta con tres cuerpos de voluntarios: El Pato, Gutiérrez y Hudson. «Aquí somos más de 50, entre hombres y mujeres. Tenemos diez vehículos nuevos, algunos holandeses. Los uniformes son carísimos pero todo fue solventado entre el esfuerzo de los socios y los subsidios nacionales y provinciales», cuenta Rocchetti y agrega: «por supuesto que hay un aporte importante de la Municipalidad, primero con Juan José Mussi y hoy con el actual intendente, Juan Patricio. Tenemos nueve cuarteleros pagos, lo que permite un servicio de guardia permanente. Eso nos facilita muchísimo la tarea».
Graciela Moros es un caso testigo. Con 11 años en Bomberos, la Cabo Primera es una de las 12 mujeres que integran el cuartel. «Fueron ellas las responsables de que hoy esté todo pintado y renovado», cuenta orgulloso Rocchetti.
La motivación de Moros de ser bombero surgió por una tragedia: «en 2004, se incendió el boliche Cromañón, donde murieron 194 personas. En ese entonces yo comenzaba a trabajar como docente. La tragedia me tocó de cerca porque tenía alumnos que habían ido o me contaron lo que habían vivido. Las imágenes me impactaron y sentí que debía hacer algo», por lo que se sumó al servicio de la comunidad a través de los Bomberos Voluntarios de Berazategui.