Acribillan a anciana en el Parque Pereyra

Una anciana de 91 años y madre de dos policías fue asesinada de al menos un disparo en la cabeza en su casa emplazada en el Parque Pereyra mientras su hijo forcejeaba con uno de los delincuentes que habían ingresado a robarle una pensión de unos 150 mil pesos que había cobrado.

Fuentes policiales informaron que el hecho se inició a las 22 de anteanoche en una vivienda ubicada a la altura del kilómetro 40 del Camino General Belgrano y que en el interior se encontraba la víctima, Susana Diprimio, junto con un hijo comisario inspector retirado de la Bonaerense, otra hija discapacitada postrada en una cama y la enfermera que la cuida.

Una fuente confirmó que en la zona sólo hay unas pocas quintas, por lo que la familia Diprimio no acostumbraba a cerrar la puerta con llave por las noches y esto fue aprovechado por tres sujetos armados, quienes irrumpieron en el lugar, abordaron al policía retirado y, a punta de pistola, comenzaron a exigirle «el dinero», en referencia a que contaban con el dato de que semanas atrás habían cobrado 150 mil pesos en concepto de pensión.

Forcejeo mortal 

En lugar de entregar el efectivo, el exjefe policial extrajo su pistola y, ante la mirada de su madre, comenzó a forcejear con uno de los asaltantes. Durante la lucha una de sus armas se disparó y el proyectil impactó en la cabeza de Diprimio, quien cayó al suelo y falleció.

Los ladrones redujeron al hijo a golpes en la cabeza, tomaron el dinero (menos que el monto que fueron a buscar porque la familia había hecho algunos gastos) y un revolver Magnum calibre 44., y escaparon del lugar.

Poco después peritos de la Científica secuestraron un proyectil calibre 44, en tanto que el fiscal de la causa, Carlos Riera, dispuso que al policía se le realice un dermotest en ambas manos para determinar si tenía restos de pólvora.

La autopsia realizada a la anciana determinó que recibió un disparo que le ingresó por la nuca y le salió por la parte frontal del cráneo y fue realizado con un proyectil similar al 44.

Hasta el momento el fiscal no dispuso ninguna medida sobre el hijo de la víctima, aunque no se le tomó declaración como testigo ante la posibilidad de que sea imputado en la causa. Es que los trabajos de planimetría que se realizaron en la vivienda, donde se calculó la trayectoria del disparo, no coinciden con la versión que la familia dio de los hechos.

 “Fue un horror ver a mi madre fusilada” 

Una segunda versión a la que tuvo acceso Trama Urbana se asemeja en varios puntos a la oficial, aunque con algunos detalles. 

En principio, allegados a las víctimas aseguraron que el robo duró 15 minutos y que los ladrones se llevaron 240 mil pesos. Además, varía el  método de ejecución y esta fuente indicó que se trataron de dos disparos en la nuca. 

Al hijo que estaba con ella (tiene cinco en total), un comisario inspector retirado, le provocaron unos 50 cortes en la cabeza y también golpearon a la mujer que atiende a la muchacha postrada en la cama. 

El subcomisario que también es hijo de la víctima fatal contó que “me llamó mi hermano a las 22.15 diciéndome que habían fusilado a mamá y que él también estaba mal. Fui y al abrir la puerta me encontré con el horror espantoso de ver a mi madre, una mujer excelente querida por todos, de 41 kilos y chiquita, fusilada por tres escorias que destruyeron a mi familia”. Y contó la secuencia del hecho: “estos chacales ingresaron primero a la habitación de la chica que cuida a mi hermana, la golpearon y le pidieron que les diera todo. Mi madre lo advirtió y se levantó, porque era muy lúcida. Los vio y les dijo que no le peguen más, que se lleven todo, que ella les daba la plata. Se dio vuelta y la ejecutaron de dos tiros. Mi hermano sintió ruidos, salió de su cuarto y es cuando recibió un golpe con el arma que lo derrumbó; cayó al lado de mi madre muerta, ejecutada, y le siguieron pegando en la cabeza hasta que perdió el conocimiento. Lo habrán creído muerto y por eso no lo ejecutaron”.