UNA ABUELA BERAZATEGUENSE QUE BUSCA EN EL DEPORTE LUCHAR CONTRA LA SOLEDAD


A los 90 años, Amelia Ausmendi nada contra la corriente

ABUELA NADADORA 2

La inmensa pileta climatizada de Plátanos, partido de Berazategui, parece ser la mejor receta para Amelia Ausmendi. La abuela de 90 años es una de las más mimadas del Complejo Municipal Los privilegiados y, probablemente, quien cumple con mayor disciplina la actividad deportiva del lugar. La mujer de Barrio Marítimo lleva varios años aprovechando la natación casi como una terapia personal, como una lucha contra la soledad.

“Hace como 40 años que nado, me gusta el agua, pero no puedo sumergirme porque uso audífono”, se justifica sincera. Amelia vive con Vanesa, una de sus nietas. “Tengo cinco nietos y diez bisnietos”, comenta la mujer que religiosamente, cada martes y jueves, llega una hora antes que sus compañeros de pileta, para cumplir con su saludable ritual. “Yo me tomo el colectivo solita, me preparo la ropa y después, cuando llega la hora, empiezo a nadar tranquilita”, cuenta la abuela que además dedica varias horas a la semana al Centro de Jubilados Atardecer, en su barrio. “La gente me quiere mucho y no sé por qué, parece que me ven buena. Siempre cuando hacemos sorteos para el Centro y hay que buscar regalos en los negocios, me mandan a mí”, reconoce.

Amelia, como otros cientos de abuelos, busca en los centros de jubilados y en las actividades que ofrece la Comuna para la tercera edad una alternativa para luchar contra la soledad. En Berazategui, 1200 abuelos concurren gratuitamente todas las semanas a la pileta climatizada del Complejo municipal “Los Privilegiados”. Allí participan de otras actividades recreativas que incluyen cumpleaños masivos y bailes.

Amelia, quien se jacta de haber celebrado sus nueve décadas en tres oportunidades (“con mi familia, con mis amigas y con el centro de jubilados”), se ilusiona de pensar que su hija también se sume a la natación. “Ella quiere su oportunidad. Bueno, en realidad teme que me pase algo, igual la última vez que vino a verme nadar en Los privilegiados, se quedó tranquila”.

Ella acapara la atención de otras abuelas. “A veces me hago la loca”, acepta, a propósito de las fiestas y los bailes que de vez en cuando comparten. “A mi me gusta mucho bailar, pero desde que falleció mi esposo, hace ocho años, no es lo mismo. La última vez que bailé el tango, no me gustó, los hombres van muy apurados. Al tango hay que bailarlo despacito”, aconseja. Y habrá que hacerle caso, su paso fugaz por la tele con su esposo en un concurso de Silvio Soldán les dio sus dividendos. “En ese entonces competimos en milonga y ritmos de la nueva ola, al final nos ganamos un auto. No era un cero kilómetro, pero sí era un buen coche”, recuerda conforme y agrega: “También me gané una orden de compra en otro concurso televisivo”.

Aquella experiencia ratifica su espíritu inquieto, todavía recuerda su labor como artesana para una joyería porteña. “Vívía en la calle Dean Funes y me dedicaba a hacer anillos. Siempre trabajé”, comenta. El sueño de la casa propia siguió después, impulsada por la familia. Berazategui, entonces, se convirtió en su nuevo mundo. “Aquí aprendí a interesarme por la natación. Y comencé en las piletas de Villa España, después nos trasladamos aquí. Igual siempre es mejor en verano”, confiesa. Por fin, la abuela termina con la rutina, saluda a sus amigas e instructores y luego de vestirse, camina hacia la parada de colectivo. Antes de partir, revisa el momento de su último cumpleaños y comenta: “Me regalaron mucha ropa y plata, yo les dije no ‘no me regalen nada’, si así estoy bien”, concluye haciendo honor a la fama de bondadosa.

Pileta climatizada “Los Privilegiados”

A la pileta climatizada del Complejo Recreativo municipal “Los Privilegiados” de Berazategui concurren un total de 1200 abuelos, de lunes a viernes, de 8 a 16 horas.

Se encuentra situada en 50 y 156, de la localidad de Plátanos. Para informes, llamar al 4215-3029.