LA JUEZA VINCULÓ LA MUERTE DEL FISCAL CON EL RECAMBIO DE GOBIERNO QUE SE DIO EN 2015
Sandra Arroyo Salgado: «A Nisman lo mataron para provocar un impacto político en la sociedad»
En diálogo con el periodista Jonatan Viale en radio La Red, la magistrada federal de San Isidro aseguró que el caso no puede analizarse sin tener en cuenta el contexto que vivía el país. «No sólo fue a cuatro días de la denuncia (contra Cristina Kirchner), sino también en los inicios de un año electoral donde había una propuesta de cambio muy importante en nuestro país; se decidía la continuidad o no de un proyecto de poder», aseguró.
Las declaraciones surgen en momentos donde la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal analiza si abre la causa iniciada por la denuncia que hizo Nisman antes de ser hallado muerto en su departamento de Puerto Madero.
«Todo eso hay que ir analizando para ver qué rol cumplió cada uno. Hay muchos elementos que fueron apareciendo todo este tiempo que va a haber que profundizar, completar, y como dije hay que valorarlos integralmente bajo la vara de la lógica y el sentido común», desarrolló.
Los llamados a los que alude Arroyo Salgado habían sido señalados por la fiscal de instrucción Fein antes de que la causa recayera en el fuero federal. La fiscal que más tiempo tuvo el expediente calificó como «llamativo» que «personalidades de ese calibre estuviesen el mismo día de la muerte hablando en forma ininterrumpida desde la primera hora de la mañana hasta tomar estado público la muerte».
La semana pasada, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, emparentó el caso Nisman con una serie televisiva en donde se simulaba un homicidio y se encubría un asesinato. Arroyo Salgado dijo que no vio el programa de Mirtha Legrand, donde se realizaron las declaraciones, pero que le comentaron el análisis de la funcionaria.
«No vi la serie de Netflix, pero en este hecho hay elementos de prueba que demuestran que no fue algo fantasioso. En este expediente hay pruebas directas como, por ejemplo, que Nisman no tenía rastros de pólvora en sus manos cuando el arma utilizada cada vez que era percutida dejaba rastros», argumentó.