UNA MUJER DENUNCIÓ QUE SU PROPIO HIJO MATÓ UN CABALLO PARA COMÉRSELO. ASEVERÓ QUE EL JOVEN ESTABA COMPLETAMENTE “DROGADO”


Robó un caballo y lo mató para comérselo

El hecho, que no deja de sorprender, ocurrió el día lunes en Quilmes. Se dió a conocer en la página de Facebook “Caballos de Quilmes“. Según la publicación, un joven de aproximadamente 20 años fue denunciado por su propia madre. Esta contó que el muchacho robó y mató un caballo.

La mujer radicó la denuncia en la comisaría 1ra de Quilmes. Insistió a los oficiales presentes para que detengan a su hijo cuanto antes, ya que tenía miedo por la seguridad de su familia.

Según se cuenta en la publicación, “Cerca de la ribera de Quilmes, donde residen, su hijo, al que describía como totalmente “sacado”, cerca de las 6 de la mañana se robó el caballo de un vecino. Un pequeño caballo de carro que recibía malos tratos a diario por su propio dueño”.

“Ya dentro de la vivienda, paró al caballo junto a un palo y unas chapas”. Posteriormente, “tomó un ladrillo y comenzó a pegarle con tanta fuerza y desquicio en la cabeza que rompió su cráneo y parte de su cara”, detalla la publicación.

“Enloquecido, quería seguir pegándole, pese a que el caballo ya estaba en el suelo, derrotado. Sus gritos no cesaban: “Lo hago porque alguien tiene que morir hoy”. El joven, según la publicación, se fue a dormir sin más.

“La familia pensaba que el caballo había muerto en el acto por la cantidad de sangre que corría. Preocupados por no saber qué les esperaba cuando despierte nuevamente, decidieron ir a la comisaría en búsqueda de ayuda. Es así que la policía se contacta con nosotros desconcertados también por la situación para que constatemos el estado del caballo”, aseguraron desde Caballos de Quilmes.

Al llegar al lugar del hecho, cuentan que “El caballo no había muerto. Agonizaba sobre la basura. Tenía los  ojos salidos de sus órbitas y se estaba ahogando con su propia sangre”.

Cuando la Policía arribó al domicilio del acusado, éste continuaba durmiendo. Al despertar, gritaba que “Alguien tenía que morir hoy y yo me quería comer el caballo. Así que había que descuartizarlo”.

La necropsia

Según el informa de la necropsia, se encontraron las siguientes lesiones en el cuerpo del animal: En la cabeza, se encontró una fractura multiple de cráneo junto a unos hematomas de gran tamaño. Además, tenía “destrucción total de ambos globos oculares y la tráquea rota”.

El caballo tenía hematomas en el cuello y sangre en sus pulmones. Estos estaban totalmnete destrozados. Al mismo tiempo, se constató que tenía el diafragma desgarrado y había sufrido una hemorragia cerebral.