SE TRATA DE ANDRÉS JUSTO DIB, CONDENADO A PRISIÓN PERPETUA POR VIOLAR Y LUEGO ASFIXIAR A SU HIJA, DE 13 AÑOS. EL HECHO OCURRIÓ EN NOVIEMBRE DE 2015 EN LA VIVIENDA FAMILIAR, UBICADA EN EL BARRIO SANTA ROSA. UNO DE LOS TRES JUECES SE PRONUNCIÓ EN DISIDENCIA


Perpetua por violar y asfixiar a su hija de 13 año

El Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 1 de Quilmes condenó a Andrés Justo Dib a prisión perpetua por la violación y el crimen de su hija, de 13 años. El fallo fue determinado por los pronunciamientos a favor de los jueces Butiérrez y Pérez Marcote. Por su parte, la doctora Vissio lo hizo en disidencia.

 Tras conocerse el fallo, la madre de la pequeña rompió en llanto. Luego abandonó la sala de juicio acompañada de sus allegados. Al mismo tiempo, los familiares de Justo Dib no ocultaron su malestar, tal como quedó expuesto a lo largo de todo el proceso en un claro enfrentamiento de las familias a partir del trágico hecho. Es que algunos de ellos acusan a la madre de ser partícipe del aberrante suceso.

En ese contexto, el padre de la víctima fue condenado por ser el autor material del hecho. El mismo se caratuló como “homicidio agravado por el vínculo”. El trágico suceso ocurrió en la noche del 22 al 23 de noviembre, en el Barrio Santa Rosa.

Durante el juicio se acreditó que, aquella noche fatal, la madre despertó y encontró en la cama el cuerpo sin vida de su hija. La mujer incriminó al padre, a quien lo sindicó como el sujeto al que había visto esa noche junto a la cama.

Como pruebas, se utilizaron dos relatos fundamentales. Uno de ellos es el relato de uno de los hijos en Cámara Gesell. El otro, el de un empleado de la casa de servicios fúnebres. Éste último señaló que al imputado “lo había visto preocupado por saber si en el cuerpo de la niña se habían encontrado restos de ADN”, algo que era infrecuente “en la conducta de un padre ante tal pérdida”.