DIRIGENTES DE LA ENTIDAD DE NÚÑEZ VIAJARON A ASUNCIÓN PARA HACER EL DESCARGO ANTE LA CONMEBOL POR LOS CASOS DE LUCAS MARTÍNEZ QUARTA Y CAMILO MAYADA; EN LA DELEGACIÓN ESTÁ EL ABOGADO DEL CLUB, GONZALO MAYO


El doping en River: las 11 preguntas y respuestas para entender un caso con sospechas y un final abierto

Hoy River se presenta ante la Conmebol para hacer su descargo por los caso de doping positivos de Camilo Mayada y Lucas Martínez Quarta . Un grupo de dirigentes de la entidad de Núñez, encabezados por Matías Patanian, viajó a Asunción y en la delegación está Gonzalo Mayo, uno de los principales abogados de los millonarios. Estarán junto a ellos los jugadores involucrados en el escándalo.

En esta nota, el periodista y médico Rodolfo Chisleanschi analiza 11 razones de un caso que inquieta en el fútbol del continente.

1. ¿Los diuréticos sirven para mejorar el rendimiento deportivo?

No, en ningún caso. Los diuréticos son fármacos destinados a favorecer la eliminación de líquidos y metabolitos a través de la orina. Pero son considerados elementos dopantes porque se utilizan para enmascarar la presencia o acelerar la desaparición de determinadas sustancias, ya que ayudan a disminuir tanto su tiempo de vida media en el organismo como su concentración en orina, al aumentar el volumen de agua eliminado.

2. ¿Cuáles son los casos más comunes de utilización de diuréticos en el ámbito del deporte?

Por el consumo de las llamadas «drogas sociales», y también de algunos estimulantes tipo efedrina o cafeína, para que no alcancen las concentraciones a partir de las cuales se considera doping si son detectados en un análisis. Y para acelerar la eliminación de esteroides anabolizantes u hormonas prohibidas en el caso de tratamientos con este tipo de productos.

3. ¿Contiene diuréticos la dieta habitual de un deportista?

No debería. Estos medicamentos solo se utilizan para la hipertensión y los casos en los que se necesita reducir la cantidad de líquido corporal, como en los edemas. Quien padece algunos de estos percances no podría practicar deporte de alta competición.

4. ¿Necesitan suplementos vitamínicos los deportistas?

Depende de los casos. Las vitaminas, todas las requeridas por el ser humano, se encuentran de manera natural en los alimentos. Una dieta bien balanceada, acorde al gasto calórico del individuo y seguida al pie de la letra debería ser suficiente para cubrir las necesidades de un deportista. Algunas, incluso, pueden ser sintetizadas por el propio cuerpo. Pero puede ocurrir que algunos tengan deficiencias alimentarias de base o que el ejercicio físico les haga perder mayor volumen de vitaminas del que son capaces de ingerir. En esos casos son recomendables los suplementos. Pero ahora bien, salvo en algunos pocos casos, el cuerpo es incapaz de almacenar vitaminas: absorbe las que cubren sus necesidades eliminando el resto, y al ser elementos naturales no precisan de ningún tipo de fármaco externo (léase diuréticos) para desprenderse de lo que sobra. Y por otro lado, su presencia no es considerada doping.

5. ¿Existen otro tipo de suplementos no vitamínicos para deportistas?

Sí. Por ejemplo, los suplementos «nutricionales» que buscan mejorar algunas características funcionales del organismo, como el volumen de oxígeno en sangre, la recuperación ante el esfuerzo o alguna característica de la masa muscular. En algunos casos se trata de aumentar la cantidad de un producto ya presente en el organismo (como la creatina, por ejemplo, de venta libre en cualquier casa de deportes), y en otros se utilizan directamente sustancias externas, la mayor parte de las veces enmascaradas en alimentos, bebidas o preparados en apariencia «normales». En ambos casos, la mayoría integra la lista de elementos prohibidos por la Agencia Mundial Antidoping.

6. ¿Puede contaminarse con un diurético un preparado vitamínico?

Sí, por supuesto, pero con una condición indispensable: que alguien haya manipulado el producto. Un diurético es una droga de diseño. Nada puede transformarse en ella ni ella puede transformarse en ninguna otra cosa. A lo sumo, puede perder su efecto con el paso del tiempo. Si aparece por error en un preparado que se supone tiene otros componentes es porque alguien la introdujo ahí dentro.

7. ¿Puede haber una falla en el mecanismo de control antidoping?

Claro que sí. No es común, son una extrañeza, la inmensa mayoría de contrapruebas ratifican el análisis original, pero tampoco sería la primera vez.

8. ¿Por qué dos deportistas que ingieren el mismo preparado pueden dar resultados distintos en los análisis?

Porque en medicina no hay fármacos, ni drogas, ni siquiera enfermedades. Solo hay pacientes, y cada uno responde de un modo diferente a las agresiones y estímulos que recibe y a los tratamientos que se le indican. Por eso, alguien puede eliminar una sustancia en 24 horas y su compañero de habitación, en 48 o 72. Salvo que se hagan estudios previos individualizados, la dinámica metabólica resulta impredecible.

9. ¿Cuáles son los tipos de doping que suelen encontrarse?

Existen dos tipos de doping. Uno que se podría denominar «urgente» y otro de baja intensidad. El primero es el destinado a lograr un resultado inmediato en la competición que tiene lugar en las horas siguientes a la ingestión del producto dopante (estimulantes, sustancias que mejoran la respiración o disminuyen la sensación de esfuerzo, tranquilizantes o ansiolíticos en el caso de tiradores con pistola o arco y flecha.), y que está claro no tendría sentido en el «caso River». El segundo busca efectos a largo plazo, como por ejemplo la alteración sostenida de la masa muscular del deportista, trascendental en deportes individuales para aumentar la potencia, pero también muy importante en deportes de contacto como el fútbol, el básquetbol, el rugby o el handball, que obligan a la fricción y el choque contra los rivales. Suele llevarse a cabo en ciclos, y por lo general se aprovechan las pretemporadas o los períodos en los que no hay picos importantes de competición. Los productos usados en estos casos son los que suelen necesitar de diuréticos para eludir los positivos ante la eventualidad de análisis antidoping sorpresivos como los que suele haber en el ciclismo o el tenis.

10. ¿Son verosímiles los argumentos que expone River en su defensa?

Por supuesto, y no hay razones para no creerlos, pero necesita aportar pruebas en ese sentido. La Conmebol considera culpables de doping a Camilo Mayada y Lucas Martínez Quarta, y por lo tanto les corresponde a ellos (y al club) demostrar su inocencia. Para ello sería útil conocer, entre otras cosas, qué componentes vitamínicos o nutricionales receta habitualmente a sus jugadores, si son marcas comerciales o preparados a la carta, qué laboratorios los procesa y cualquier otro dato que demuestre la transparencia de sus procedimientos médicos. Desde ya, el lugar principal para presentar estos elementos será la Conmebol, pero en aras de la transparencia no estaría mal darlos a conocer a la opinión pública para apoyar las buenas palabras que, hasta ahora, han sido el único sostén de su defensa.

11. ¿Es posible pensar que un plantel de la élite futbolística recurra al doping sistemático para mejorar sus resultados?

Claro que sí. Juventus, que en 1996 venció a River en la Copa Intercontinental, es el caso más emblemático en ese sentido. Su doping fue probado por la Justicia italiana aunque solo el médico fue sancionado. Las sospechas de casos similares abundan, desde aquellos equipos que abusaban de los estimulantes en las Copas Libertadores de los 60 y 70 (como el propio Carlos Bilardo admitió hace algunas semanas) hasta las técnicas más actuales y sofisticadas. Si la mirada se amplía a otros deportes (atletismo, natación, ciclismo, gimnasia, etc.) las evidencias se multiplican.