PARA DIFUNDIR EN PROFUNDIDAD LA VIDA DEL RECORDADO ROBERTO DE VICENZO, DESDE LA SECRETARÍA DE CULTURA DEL MUNICIPIO SE PROMUEVEN VISITAS DE CENTROS DE JUBILADOS


Museo del Golf

 

Los centros de jubilados El Ombú y Atardecer, de Villa España y Barrio Marítimo, respectivamente, participaron de una visita guiada y gratuita al Museo del Golf, ubicado en 18 y 132, con el objetivo de conocer más en profundidad la vida del maestro Roberto De Vicenzo.

La jornada estuvo organizada por la Dirección de Museos, de la Secretaría de Cultura local. «Cerramos con esta actividad el Mes del Adulto Mayor, que fue encarado con una serie de visitas vinculadas a los museos de Berazategui. Comenzamos hace un tiempo con el proyecto Multiplicarte, que tuvo una gran repercusión, y se acercaron varios voluntarios. Ellos, a su vez, formaron un  grupo que se llama Unidos por el Museo y empezaron a trabajar en acciones vinculadas a estos espacios, donde reciben a los grupos y arman las visitas guiadas. Así es como plantearon esta última acción, donde invitamos a varios centros de jubilados», expresó Salvador Di Meglio, de la Dirección de Museos.

Roberto De Vicenzo falleció el último 1 de junio, a los 94 años. A los 8 se inició como caddie en el Club Deportivo Mitre de Villa Ballester, muy cerca de su casa, un hogar humilde que compartía con sus ocho hermanos mayores. En 1933 jugó su primer torneo de caddies en el mismo club donde trabajaba y, con 15 años recién cumplidos, debutó como profesional. En 1942 se mudó a la localidad de Ranelagh, donde comenzó a asistir a Armando Rossi en el Golf Club local. Allí conoció a su esposa e inició su carrera como golfista, y se instaló hasta sus últimos días.

Una de las integrantes de Unidos por el Museo, María Cristina Misa, explicó: «el objetivo de esta actividad es que la comunidad conozca el museo, ya que hay mucha gente que todavía no vino. Queremos difundir la vida y obra de Don Roberto. Por suerte, noté a todos los concurrentes muy interesados y, además, realizaban muchas preguntas. Este año, en el que el maestro nos dejó, le hacemos un reconocimiento a su actividad y también a lo que fue como vecino».

«Me pareció muy buena la actividad. Yo ya había venido en otra oportunidad, pero es hermoso volver y ahora con guías que nos contaron más detalles. Aprendí muchas cosas que no sabía del Maestro», opinó María del Carmen Pérez, del centro de jubilados El Ombú