LA PROPUESTA MANTENÍA UNA PAUTA DE 15% Y EL PLUS POR PRESENTISMO


Los gremios docentes rechazaron la cláusula de revisión que propuso la Provincia

A solo cinco días del comienzo de las clases en los jardines y primarias de la provincia de Buenos Aires, el gobierno de María Eugenia Vidal recibe a los gremios de docentes para discutir salarios por tercera vez.

La nueva oferta que se realizó incluye una cláusula de revisión en octubre. Eso implica que en el décimo mes del año las partes se reunirán nuevamente para cotejar las diferencias entre la pauta salarial y el ritmo de los precios. Además se creará una comisión para analizar mecanismos de compensación, explicaron fuentes oficiales.

Los gremios rechazaron la revisión porque pretenden una cláusula gatillo que actualice automáticamente los sueldos.

En la primera reunión, el gobierno bonaerense había ofrecido un aumento del 15% en tres tramos sin cláusula gatillo. Asimismo, había anunciado el giro de $4.500 a los 50 mil docentes que no habían faltado en 2017.

Después de la rotunda negativa de los sindicatos, la administración de María Eugenia Vidal mantuvo la oferta, pero agregó un plus de hasta $6.000 por presentismo para 2018. En el nuevo esquema se contemplan ciertas excepciones para quienes se ausenten en casos de embarazo, accidente de trabajo, duelo, donación de órganos o violencia de género.

El nuevo esquema de presentismo presentado plantea también $4.500 para quienes falten hasta cuatro veces por motivos no contemplados y $3.000 a quienes se ausenten hasta en ocho ocasiones. «El control del presentismo es algo que nos ofende» dijo Miguel Díaz, de Udocba, en la reunión.

El gobierno bonaerense negocia con cifras de su elaboración sobre la mesa. Según sus relevamientos, el 67% de los docentes pidió al menos una licencia el año pasado, lo cual obligó a la Provincia a afrontar 117.343 suplencias en promedio cada mes con un costo de 19 mil millones de pesos. A su vez, la tasa de ausentismo es del 17% en las escuelas públicas y desciende hasta el 5% en las privadas.

Por más que los dirigentes sindicales todavía no se aventuran a mencionar la palabra «paro», el comienzo de clases está en riesgo. De hecho, según las repercusiones de la reunión de hoy, es probable que CTERA convoque a un congreso nacional el viernes para evaluar la posibilidad de huelga el lunes 5 y martes 6; los días estipulados para el comienzo de clases en todo el país a excepción de la Ciudad de Buenos Aires, donde arrancan mañana.

«Quieren trasladarnos la responsabilidad a nosotros, pero María Eugenia Vidal estuvo dos meses y medio sin convocarnos. En diciembre los chicos estaban en las aulas pero no nos llamaron. Por eso hablamos de una puesta en escena, en la que buscan dilatar la negociación», dijo ayer Roberto Baradel, titular de SUTEBA, en conferencia de prensa.

Más allá de que los votos de SUTEBA y FEB -los mayoritarios- pueden torcer la negociación, los sindicatos bonaerenses responden en conjunto a las propuestas nucleados en el Frente Unidad Docente.

Antes de que se inicie la paritaria, UDA rompió con el frente gremial por diferencias con los manejos de Baradel y Mirta Petrocini, secretaria general de FEB. En la última reunión, Edith Contreras, titular de UDA, presentó un documento más moderado, que incluía la posibilidad de una cláusula de revisión. Hasta hoy, es es el único sindicato que ve con buenos ojos la oferta del 15% sin gatillo y que confirmó que no iría a paro.

«Dado que tuvimos un diálogo de buena fe, nuestro pedido es que podamos seguir conversando con los chicos en las aulas», dijo Hernán Lacunza, ministro de economía de la Provincia.